¿Disfunción eréctil o impotencia?
La disfunción eréctil es un problema común que puede afectar a hombres de cualquier edad
Aunque es más común en hombres mayores de 40 años.
Disfunción eréctil en adultos
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La disfunción eréctil, también conocida como impotencia, es un trastorno sexual masculino que se caracteriza por la incapacidad de obtener o mantener una erección lo suficientemente firme para tener relaciones sexuales satisfactorias.
La disfunción eréctil es un problema común que puede afectar a hombres de cualquier edad, aunque es más común en hombres mayores de 40 años.
Algunas señales comunes de disfunción eréctil incluyen:
- Dificultad para obtener una erección: Si tienes dificultad para conseguir una erección cuando quieres tener relaciones sexuales, es posible que tengas disfunción eréctil.
- Dificultad para mantener una erección: Si tienes dificultad para mantener una erección durante el acto sexual, es posible que tengas disfunción eréctil.
- Erecciones débiles o poco duraderas: Si tienes erecciones que son débiles o que no duran lo suficiente para tener relaciones sexuales satisfactorias, es posible que tengas disfunción eréctil.
Existen muchas posibles causas de la disfunción eréctil, incluyendo:
- Enfermedades cardiovasculares: las enfermedades cardíacas, la hipertensión arterial y el colesterol alto pueden afectar la circulación sanguínea y dificultar la obtención de una erección.
- Diabetes: la diabetes puede dañar los vasos sanguíneos y los nervios, lo que puede afectar la capacidad de tener una erección.
- Estrés: el estrés y la ansiedad pueden afectar el deseo sexual y dificultar la obtención de una erección.
- Edad: con el tiempo, es normal que la capacidad de tener una erección disminuya.
- Uso de ciertos medicamentos: algunos medicamentos, como los medicamentos para la presión arterial y los antidepresivos, pueden afectar la capacidad de tener una erección.
Lo primero que debes hacer es consultar con el profesional adecuado, que en estos casos es el psicólogo/a, para que pueda diagnosticarlo y tratarlo adecuadamente. Piensa que pedir ayuda es el primer paso para poder, pedir ayuda no es un síntoma de debilidad sino de valentía. Todos necesitamos ayuda en algún o en muchos momentos de nuestra vida, pedirla es lo más natural que podemos y debemos hacer.